lunes, 5 de septiembre de 2011

Forjando lazos solidarios con El Salvador



Al igual que la mayoría de los países centroamericanos, El Salvador no fue un destino primario de las migraciones chinas a fines del siglo XIX e inicios del XX, como consecuencia del deterioro crónico de las condiciones políticas y socioeconómicas en China.
Si bien el siglo XIX presenció una gran oleada migratoria china hacia América Latina, en un esfuerzo inicial por satisfacer la alta demanda de mano de obra requeridad para la expansión económica de la región, los inmigrantes chinos se concentraron en varios puntos considerados como de gran porvenir para los recién llegados, como serían los casos de Panamá, Perú, Chile y Brasil.
La llegada de personas procedentes de China a Centroamérica en general, y El Salvador, en particular, estuvo en gran medida relacionada con migración masiva de asiáticos hacia California durante la segunda mitad del siglo XIX y los primeros años del siglo XX. Cuando se esfumó el sueño de la “Fiebre de Oro” en la costa occidental de Estados Unidos, muchos de los chinos que llegaron allí, decidieron ir a otros destinos al sur del Río Grande.
Motivados algunos de ellos por un espíritu aventurero, otros porque tenían familiares en Centro América, o porque consideraban que serían mejor tratados, procedieron a viajaer hacia México, Guatemala, El Salvador, Honduras y Costa Rica, donde pronto establecieron pequeñas colonias de ultramar.
A partir de ese entonces, se establecieron núcleos comunitarios chinos en cada uno de los países latinoamericanos, formando generalmente fructíferos negocios familiares que se han integrado al desarrollo de los sectores agrícola, industrial, y sobretodo, comercial de las naciones donde se han radicado.
En el caso de El Salvador, la llegada de los primeros inmigrantes cuyos descendientes constituyen la pujante colonia chino-taiwanesa en ese país centroamericano, fue por motivos meramente personales. Esto difiere de la razón que motivó la llegada de inmigrantes chinos en otros países vecinos, como en el caso de Panamá, Perú o algunas islas caribeñas, donde llegaron básicamente para reforzar la fuerza laboral de origen africana que trabajaba en las plantaciones de la región.
Pero al igual que en el resto de los países de la región, los primeros inmigrantes chinos mostraron la fuerte ética de trabajo que ha caracterizado al pueblo chino, y poco a poco, fueron consolidando sus pequeños negocios de ventas al detal o restaurantes en exitosos negocios, íntrinsicamente ligados a las realidades socioeconómicas de la localidad.
Para fines de la primera mitad del siglo XX, varias de las familias de origen chino en El Salvador ya destacaban en sus negocios en empresas de importación y exportación, fábricas de productos textiles y restaurantes.
Muchas fueron las familias insignes que con su ejemplo, han sido promotoras de la armonía social, la integración étnica y el desarrollo económico en El Salvador. La mayor parte de los miembros de la colonia chino-taiwanesa tienen sus orígenes en la provincia de Kwangtung (Guangdong); siendo mucho más reciente la integración de ciudadanos de origen taiwanés al conglomerado social.
Debido a su sitio de procedencia, existe en El Salvador una confusión en la traducción al español de los apellidos de estas familias de origen chino. Como en Kwangtung se hablan varios dialectos emparentados con el cantonés, resulta obvio que la pronunciación de una misma palabra tenga sus variantes. Actualmente, al haberse adoptado el mandarín como idioma oficial, es menor esta confusión.
Sin embargo, los salvadoreños descendientes de chinos que existen en la actualidad siguen haciendo honor a la versión española de sus respectivos apellidos, tal como lo heredaron de sus antepasados. Tomemos por ejemplo el apellido Kuan (關, Guan), uno de los clanes de origen chino más importantes en El Salvador. Por lo antes explicado, podemos encontrar personas de ancestros chinos de ese apellido que se identifican actualmente como Quan, Cuan, Kwan, Quon y Quant. Incluso una rama del clan adoptó un apellido latino, Eguizabal, al establecer su residencia en Santa Tecla.


Funcionarios salvadoreños y taiwaneses presiden la inauguración del Multicentro de Hortofruticultura en La Libertad, construido con asistencia de la Misión Técnica de Taiwan en El Salvador.


Esta realidad la encontramos también en las colonias chinas del resto de los países latinoamericanos, e inclusive en Norteamérica y Europa.
A través de los años, hubo varios esfuerzos por unir a los miembros de la colonia chino-taiwanesa en algún club o sociedad para atender los beneficios de sus asociados. Algunos de ellos tuvieron existencia efímera. En 1982, un grupo de miembros entusiastas de la comunidad china de El Salvador decidió fundar la Asociación Cultural China, en la forma de una organización apolítica, no religiosa y sin fines de lucro.
La sede de la misma se encuentra en la Colonia Escalón de San Salvador. El complejo donde se encuentra ha sido denominado como el Centro Chino, siendo local para multiples eventos sociales, tanto de la comunidad chino-taiwanesa, como de otros sectores de la sociedad salvadoreña.
Según su estatuto orgánico, la Asociación Cultural China tiene como objetivo:
fomentar la amistad y unión entre los descendientes de estirpe china, así como colaborar en el intercambio cultural y educativo de los pueblos chino y salvadoreño.
Hay muchas interesantes anécdotas sobre miembros de la colonia chino-taiwanesa en ese país centroamericano. Cabe destacar como ejemplo la historia de Arturo Quan Sham, quien llegó a El Salvador en 1912, a la edad de doce años. Quan Sham se dedicó a diversas actividades comerciales, llegando a ser una importante figura en los círculos sociales de El Salvador.
Nuestro personaje fue el artífice de un evento anual en la región centroamericana que reúne a las colonias chino-taiwanesas del Istmo. Todo empezó en el transcurso de una comida en Guatemala en 1964, junto con otros empresarios de origen chino de ese último país.
Al año siguiente, Arturo Quan Sham se dio la tarea de visita a todos los presidentes de las colonias chinas en Centroamérica y Panamá; culminando con la suscripción del Acta de Fundación de la Federación de Colonias Chinas de Centroamérica y Panamá. La firma del histórico acuerdo se llevó a cabo en San Salvador, asistiendo al acto Carlos Loo y Fermín Chan por la colonia en Panamá; Luis Wa Chong, por Costa Rica; Juan Wong, por Nicaragua; Joaquín Quan, por Guatemala; y Arturo Quan Sham, por el país anfitrión.
Basado en el Acta, se realizó la primera Convención de las Asociaciones Chinas de Centroamérica y Panamá con gran pompa y colorido en la ciudad de Panamá en 1966. Desde entonces, el magno evento se realiza anualmente en forma rotativa por los seis países del Istmo Centroamericano.







Vista de la mesa de honor de la 46ª Reunión y 39ª Convención de las Asociaciones Chinas de Centroamérica y Panamá que se realizó en San Salvador, El Salvador, del 28 al 30 de julio de 2011.

Recientemente, se llevó a cabo la cuadragésimo cuarta reunión de la federación en la ciudad de San Salvador, con la asistencia de más de 300 delegados de las comunidades chino-taiwanesas de los seis países.
Se estima que en la actualidad, hay varios miles de salvadorenos de ascendencia chino-taiwanea que se dedican a diversas actividades, destacándose muchos empresarios y profesionales exitosos.
En el plano oficial, la República de China inauguró un Consulado en San Salvador en julio de 1922. El 9 de diciembre de 1954, se rubrica el Tratado de Amistad entre la República de China y la República de El Salvador. Al año siguiente, la representación fue elevada a nivel de Legación en 1956, siendo destacado Hsu Tsu como primer embajador ante El Salvador. Posteriormente, la sede fue elevada formalmente en la Embajada de la República de China en El Salvador, en junio de 1961.
Desde entonces, ambos países han mantenido estrechos lazos de amistad, suscribiendo una serie de convenios y tratados que cubren un amplio campo de actividades. En la actualidad, ambos países han firmado acuerdos en las áreas cultural, comercial, técnica, agrícola, tecnológica y científica, así como un convenio de intercambio de comunicaciones.
Un aspecto destacado en las relaciones bilaterales fue la firma del Tratado de Libre Comercio entre la República de China (Taiwan) y la República de El Salvador, el 7 de mayo de 2007. En virtud de este tratado, el volumen de las exportaciones salvadoreñas a Taiwan ha presenciado un enorme crecimiento en los últimos años.


ENTREVISTA
Por Hilmar J. Arevalo R.















S.E. Marta Chang de Tsien
Embajadora de la República de El Salvador.

Foto de Chen Mei-ling

Con motivo al Centenario de la República de China, hemos entrevistado a la Embajadora de la República de El Salvador ante la República de China, S.E. Marta Chang de Tsien, quien nos ilustró sobre las relaciones entre ambos países y las múltiples actividades que realiza su Embajada en pro del fortalecimiento de las relaciones bilaterales.

Sra. Embajadora, ¿puede contarnos un poco sobre el estado de las relaciones actuales entre la República de China y El Salvador?
Embajadora Chang:
La República de China y El Salvador han mantenido relaciones diplomáticas y de amistad por muchísimos años, relaciones que se mantienen muy estables, y cada vez se intensifican más. Ahora que he venido como embajadora he tratado de acercarnos aún más, y por supuesto, las relaciones son muy buenas en los diferentes campos.
La cooperación entre ambos países ha aumentado. En el área de los intercambios culturales, mucha gente viene de allá. Tenemos muchos estudiantes salvadoreños estudiando en universidades de aquí, y eso ayuda al intercambio cultural, de idiomas por ejemplo. Hay aproximadamente 80 estudiantes becados en distintas maestrías, licenciaturas y en toda clase de profesión en muchas universidades en distintos lugares de Taiwan. Estos estudiantes se gradúan y regresan a El Salvador con otra mentalidad en cuanto a cultura, otra percepción que ayuda mucho a nuestro país.
En materia económica, tenemos un tratado de libre comercio con Taiwan, y esto ha intensificado las exportaciones a Taiwan, especialmente de café y azúcar, que son los principales productos de El Salvador.
La agenda de la embajada es bastante dinámica, y realizamos una serie de actividades, no necesariamente programadas, pero sí tenemos un flujo de información en el que nos comunicamos con los ciudadanos salvadoreños, especialmente los estudiantes. Nos reunimos para ocasiones importantes como el Día de la Independencia, Navidad y estamos siempre a la orden para ellos. Yo personalmente asisto a muchas funciones de los estudiantes en las universidades, como por ejemplo, sus graduaciones.
Desde los años setenta, tenemos un convenio de cooperación agrícola, y la misión agrícola de la República de China en El Salvador con sus excelentes técnicos ayuda a los agricultores a promover los cultivos y les enseñan nuevas técnicas. Las frutas en El Salvador han mejorado muchísimo, por ejemplo, la piña, la guayaba, y se están haciendo avances en el cultivo de orquídeas y diversas verduras.
También cabe mencionar los intercambios en medicina, vienen médicos de El Salvador a hacer internados durante varios meses para obtener nuevos conocimientos, y del mismo modo, un grupo de médicos de Taiwan llega a El Salvador para consultar y realizar cirugías, así como a entrenar médicos.

¿Cómo ve el futuro de las relaciones entre la República de China y El Salvador?
Embajadora Chang:
La relación se va a mantener porque es una relación con mucha historia. El Salvador siempre ha apoyado a la República de China en todos sus proyectos, sobre todo en las Naciones Unidas siempre ha votado a su favor para que ingrese a los organismos internacionales.
Una muestra de la solidez de las relaciones son las recientes visitas de altos funcionarios de mi Gobierno: el Vicepresidente de la Asamblea Legislativa, el Ministro de Defensa, el Ministro de Relaciones Exteriores, el Viceministro de Agricultura, entre otras. A nivel empresarial, los intercambios han sido excelentes, y recientemente, muchos empresarios salvadoreños visitaron Taiwan a fin de promover sus productos.
Seguirán viniendo más estudiantes en el futuro, así como especialistas en algunos campos que vienen a hacer cursos de dos o tres semanas. En el aspecto comercial, procuraremos aumentar la cooperación, e incentivar más a los empresarios taiwaneses para que vengan a invertir en El Salvador. El ambiente inversionista allá hasta el momento ha sido muy favorable en el marco del tratado de libre comercio, y ahora el ECFA nos ofrece más oportunidades de exportar hacia Taiwan.

¿Cuál es su mensaje a la República de China en la ocasión de su Centenario?
Embajadora Chang:
Como Embajadora de mi país, y en nombre del Gobierno del presidente Mauricio Funes, deseo enviar al Gobierno y al pueblo de la República de China en Taiwan un caluroso y sincero saludo de felicitación, y deseos de paz y prosperidad en este 100 aniversario de la fundación de la República.
En esta fecha tan gloriosa, deseo expresar que el pueblo salvadoreño se regocija grandemente porque comparte con este pueblo sus ideales de paz y democracia. En este contexto, El Salvador continuará desarrollando sus esfuerzos para que las relaciones bilaterales se mantengan y se fortalezcan. Felicitamos efusivamente al Gobierno de la República de China y a su pueblo por mantener y preservar las relaciones de amistad y respeto que han existido entre ambos países y también por su fuerza pujante y su fortaleza en pro del desarrollo y la educación. Es una magna fecha y los exhortamos a continuar construyendo una sociedad próspera, poderosa, democrática y armoniosa.
Han sido unos años bastante difíciles en muchos aspectos, pero la valentía del pueblo y el Gobierno ha prevalecido, convirtiéndose en una democracia que deseamos imitar porque han sabido valorar y vencer todos los obstáculos para lograr esta gran nación que es hoy día. Salud y prosperidad para todos.


1 comentario:

  1. Me interesaría bastante seguir conociendo más de la historia de la cultura china en El Salvador. ¿Conoce que documentos podría consultar?

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